martes, 28 de julio de 2015

Feliz día Perú




Próstata: un tratamiento de menor riesgo, dolor y tiempo de recuperación

JUEVES 23 DE JULIO DEL 2015 |
Essalud
LIMA. Un nuevo procedimiento mínimamente invasivo que reduce el volumen del centro de la próstata realizaron los especialistas del Servicio de Radiología Intervencionista del Hospital Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud.
Se trata de la embolización de próstata, una técnica donde se realiza una pequeña punción en la ingle y se introduce un catéter en la arteria prostática, en la cual se administran esferas microscópicas para bloquear el flujo de sangre, haciendo que la próstata disminuya en tamaño.
“Este procedimiento es seguro para el control de los sangrados producidos accidentalmente por  biopsias o  por la cirugía prostática, mejora los síntomas de la hiperplasia de próstata sin producir alteraciones de la función sexual y preserva la fertilidad”, indicó el doctor Enrique Ramírez, jefe del Servicio de Radiología Intervencionista del hospital Rebagliati.
El especialista señaló que la embolización es una nueva alternativa de tratamiento a pacientes con contraindicaciones quirúrgicas o que se niegan al tratamiento de resección transuretral o con láser, “Los dos pacientes que fueron sometidos a esta terapia fueron dados de alta a las 24 horas después del procedimiento mostrando evolución satisfactoria en ambos casos”, precisó.
Agrega que el hospital Rebagliati es el primer centro hospitalario de la Seguridad Social que ha realizado las dos primeras cirugías con este procedimiento y que no tiene efectos adversos. “Otra ventaja es que no se producen disfunciones sexuales, no hay pérdida de sangre ni necesidad de transfusiones y mejora los síntomas en más del 72% de los pacientes”, puntualizó.
Cabe señalar que los pacientes sometidos a esta microcirugía son aquellas personas que acuden a la consulta médica por problemas urinarias, siendo la mayoría de ellos por adenoma de próstata que no es un cáncer sino una hipertrofia benigna de la próstata, la misma que comprime la uretra, generando malestar y dificultades para orinar.
Los síntomas del crecimiento de la próstata están relacionados con el aumento en el número de micciones durante el día y la noche, disminución de la fuerza habitual del chorro, goteo al terminar de orinar, necesidad de miccionar con urgencia, además de presentar infecciones urinarias
Esta enfermedad puede tener impactos negativos en la calidad de vida de los pacientes, sobre todo en los varones mayores de 60 años cuya prevalencia aumenta progresivamente con la edad.
 Fuente: Perú 21

miércoles, 22 de julio de 2015

Estos son los cuatro tipos de borrachera según la ciencia



Los bebedores se clasifican en Ernest Hemingway, Mary Poppins, el Profesor Chiflado y Señor Hyde. ¿Qué los diferencia?
Todos tus amigos tomaran la misma bebida y la misma cantidad; sin embargo, todos actúan de forma diferente. ¿Por qué hay diferentes borracheras?
Psicólogos de la Universidad de Misuri en Columbia (EEUU) han explicado este fenómeno en un estudio publicado en la revista Addiction Research & Theory. Allí aseguran que existen cuatro grupos diferentes de estado alcoholizado que depende del organismo de cada individuo: Mary Poppins, Ernest Hemingway, el Profesor Chiflado y el Señor Hyde. El estudio involucró a 374 estudiantes universitarios.
El bebedor Ernest Hemingway –novelista que dijo que "el vino es la cosa más civilizada del mundo"– se caracteriza por no presentar grandes cambios en la personalidad más allá de los propios que produce el alcohol. "Son bebedores que no tienden a sufrir cambios drásticos de carácter", se lee en la investigación. El 40% de los estudiantes fue calificado como un Hemingway, informó la revista Time.
El bebedor Mary Poppins es aquel que se transforma en una persona "más feliz" y más sociable (como la niñera de Disney); mientras que el llamado "profesor chiflado" es aquel que manifiesta una especie de doble personalidad. Al igual que el personaje de la película con Eddie Murphy, el alcohol les quita las inhibiciones y los transforma en seres más llamativos.
El tipo de borrachera más peligrosa es la que corresponde al Señor Hyde, una clasificación que cubrió al 23% de los entrevistados. Estos bebedores son más irresponsables, menos intelectuales y más hostiles cuando están bajo los efectos del alcohol. Más de la mitad de estos bebedores fueron mujeres.
Los autores del estudio esperan utilizar estas categorías para mejorar los tratamientos para el alcoholismo.
Fuente: Cromo / El Observador

viernes, 17 de julio de 2015

Raymond McCauley: “Estamos cerca de modificar el código genético de los niños y evitar enfermedades futuras”


Por Zuberoa Marcos | 15-07-2015

Raymond McCauley

Director de Biotecnología en Singularity University.
Raymond McCauley es el jefe de Biotecnología de Singularity University, una de las instituciones de mayor prestigio mundial en investigación y desarrollo científico, dedicada a la formación de líderes para afrontar los retos de la tecnología. Su visión es clara: la ingeniería genética es hoy en día como el desarrollo de software.

Del análisis del ADN del ser humano no sólo se extrae información para comprender nuestra naturaleza, sino para modificarla a nuestra voluntad. Para McCauley, dentro de poco “podremos manipular el ADN de los niños para eliminar muchos de los riesgos que tienen de sufrir enfermedades a las que están predispuestos genéticamente”. Encerradas dentro de nuestra secuencia genética hay dos o tres “historias de terror” que no solo podemos localizar, sino corregir.

McCauley es uno de los mayores exponentes del biohacking, movimiento que tiene como objetivo acercar la ciencia a los ciudadanos. Al igual que los hackers tradicionales, su objetivo es acceder a la información de un sistema y manipularlo para mejorarlo. A diferencia de los primeros, los biohackers realizan su trabajo sobre organismos vivos: analizan cómo funcionamos por dentro y persiguen mejorarnos gracias a herramientas tecnológicas al alcance de todos.

Para McCauley, todos llevaremos dispositivos dentro del cuerpo, con biosensores capaces de comunicarse con nuestro teléfono móvil para enviarle datos sobre el nivel de azúcar en sangre o para medir el ritmo cardiaco y controlar el riesgo de sufrir una cardiopatía. Para demostrarlo, practica con su propio cuerpo: en su mano tiene implantado un chip que monitoriza sus constantes: “ya llevamos muchos dispositivos encima; ahora sólo queda que los llevemos dentro”.
Fuente: El País

martes, 7 de julio de 2015

Por qué algunas personas envejecen antes que otras

ENVEJECIMIENTO

Un conjunto de factores, como el nivel de colesterol, el índice de masa corporal o la presión sanguínea permiten medir las diferencias entre edad biológica y edad cronológica

El presentador Jordi Hurtado, durante un cameo en la serie de TVE 'El Ministerio del Tiempo', es célebre por mantenerse ajeno al paso de los años
El tiempo no pasa igual para todos. Cuando se acercan los cuarenta, unos pocos siguen pasando por veinteañeros mientras otros parecen cerca de la edad de jubilación. Más allá del aspecto estético, en una sociedad cada vez más envejecida, medir la edad real y la velocidad de envejecimiento individual puede ser muy útil para contrarrestar los efectos del paso del tiempo cuando aún no ha comenzado a causar enfermedades. Hasta ahora, sin embargo, no existen buenos métodos para medir el proceso de envejecimiento en adultos jóvenes. Eso es lo que trata de cambiar un equipo internacional de científicosliderado desde la Universidad Duke (EE UU).
Algunos individuos envejecían hasta tres años biológicos por año cronológico. Tres de los participantes en el estudio tenían un ritmo de envejecimiento biológico negativo, rejuveneciendo durante la treintena
Los investigadores emplearon información obtenida en el estudio Dunedin, que ha recopilado información sobre la salud de más de mil personas de la ciudad neozelandesa desde su nacimiento, entre 1972 y 1973, hasta la actualidad. Por un lado, tomando un algoritmo que incluye 10 biomarcadores, como el índice cintura-cadera, la salud de las encías, el nivel de colesterol y triglicéridos o la presión arterial, calcularon la edad biológica de los individuos que querían estudiar. Pese a que todos tenían 38 años, a algunos de ellos les correspondía una edad biológica de hasta 28 años mientras otros llegaban a los 61.
Además, los científicos midieron el ritmo de envejecimiento de los voluntarios tomando como referencia la variación de 18 biomarcadores entre los 26 y los 38 años. Así observaron que mientras la mayor parte de la gente envejece un año biológico por año cronológico, algunos envejecían hasta tres años biológicos por año cronológico. En el otro extremo, tres de los participantes en el estudio Dunedin tenían un ritmo de envejecimiento biológico inferior a cero, recuperando juventud fisiológica durante la treintena.
Los autores del trabajo, que se publica hoy en la revista PNAS, también observaron que quienes envejecían más rápido y tenían una edad biológica mayor, sufrían un descenso más rápido del cociente intelectual, mayor riesgo de demencia o peor equilibrio. Además, los propios voluntarios que acumulaban años biológicos a mayor velocidad tenían una percepción peor sobre su salud y parecían más viejos a ojos de observadores independientes.
Aunque los investigadores reconocen que aún deberán afinar sus mediciones para saber, por ejemplo, si algunos factores relacionados con el envejecimiento tienen más influencia en la acumulación de años biológicos que otros, estos resultados muestran que es posible cuantificar las diferencias en la velocidad a la que envejecen personas jóvenes, poniendo la base para poder medir la efectividad de tratamientos antiedad aplicables antes de que el deterioro físico se vea en forma de enfermedades.
“Nuestra investigación puede impulsar los esfuerzos para prevenir enfermedades y la discapacidad relacionada con la edad de dos maneras. En primer lugar, hace posibles otros estudios que prueben de qué manera diferentes factores de riesgo pueden acelerar el envejecimiento. Esos estudios pueden identificar objetivos para trabajar en la prevención”, explica Dan Belskey, investigador de la Universidad Duke y autor principal del estudio. “En segundo lugar, hace posible la evaluación de terapias antienvejecimiento en personas jóvenes”, añade. “Antes, los estudios se tenían que centrar en tratar adultos más mayores porque los efectos de la edad se suelen medir evaluando patologías cognitivas o físicas”, continúa. “Tratar de ralentizar el envejecimiento en individuos que ya han desarrollado enfermedades crónicas es una batalla cuesta arriba. Las terapias para ralentizar el envejecimiento en personas jóvenes pueden ser más efectivas porque los procesos relacionados con la enfermedad aún no se han puesto en marcha”, concluye.
Para completar sus resultados, en el futuro, los investigadores quieren medir qué parte del ritmo al que envejecemos está relacionado con la genética y qué parte con el estilo de vida. Además, tratarán de comprender por qué algunos de los individuos estudiados mostraban rasgos fisiológicos que indicaban que, al menos durante un cierto periodo, con el paso del tiempo se volvían más jóvenes.
Fuente: El País