martes, 24 de febrero de 2015

La piel sigue sufriendo daños horas después de tomar el sol Leer más


Los rayos ultravioleta del sol o de los aparatos de bronceado pueden provocar cáncer de piel. Una nueva investigación demuestra que ese efecto se sigue produciendo horas después de la exposición. La melanina, que en principio es protectora, también está implicada. Los investigadores creen que se podría desarrollar una nueva generación de lociones para después del bronceado.
tomar solEl daño que la luz del sol o las lámparas de rayos UVA causan en la piel no termina cuando finaliza la exposición. Una investigación publicada en Science demuestra que más de tres horas después se pueden producir lesiones y roturas en el ADN que provocan las mutaciones causantes del cáncer de piel, igual que en el momento de la exposición directa a los rayos solares.
Paradójicamente, la responsable de esta reacción retardada es la melanina, un pigmento que bloquea la radiación ultravioleta y que, por lo tanto, hasta ahora se había identificado como un factor de protección.
“La melanina de la piel es tanto mala como buena, puede ser cancerígena y protectora”, resume Douglas E. Brash, investigador de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, que ha trabajado en este estudio junto a científicos de las universidades de São Paulo y Federal de São Paulo (Brasil), Fujita Health (Japón) y el centro CEA de Grenoble (Francia).
En los experimentos realizados con ratones y células humanas, los investigadores han averiguado el proceso químico que explica este hallazgo. La radiación ultravioleta produce oxígeno y nitrógeno reactivos, un paso tan lento que puede prolongarse durante horas. Más tarde, al combinarse estas dos moléculas, excitan un electrón de la melanina y esta energía es la que provoca las lesiones en el ADN. “Esta transferencia de energía al ADN puede ocurrir en la oscuridad, pero provoca el mismo daño que el sol a plena luz del día”, comenta Brash.
Esta excitación química no se había observado nunca antes en mamíferos, solo en bacterias bioluminiscentes y animales marinos
Uno de los aspectos más relevantes del artículo de Science desde el punto de vista científico es que esta excitación química de los electrones no se había observado nunca antes en mamíferos. “Solo se había encontrado en bacterias bioluminiscentes y animales marinos”, aclara el científico. Por eso, tras este hallazgo los investigadores se preguntan si, además del cáncer de piel, otras enfermedades pueden estar condicionadas por procesos químicos similares.
Una vez conocido el mecanismo, los expertos se plantean cómo evitar sus efectos. La estrategia más adecuada podría ser la prevención a través del desarrollo de nuevas formas de protección solar. “Hay productos químicos que pueden desviar la energía de la melanina antes de que haga daño al ADN, pero no son adecuados para la piel”, apunta el experto, que muestra su confianza en el desarrollo de alternativas que tengan el mismo efecto.
Los autores creen que se ha subestimado el daño de la radiación ultravioleta, pero que los protectores solares actuales siguen siendo útiles
Los autores del estudio consideran que, en general, se ha subestimado el daño que pueden ocasionar los rayos ultravioletas, tanto por la luz del sol como en las camas de bronceado, debido a que solo se acostumbra a medir el momento inmediatamente posterior a la exposición. Asimismo, esta investigación puede contribuir a explicar por qué unas personas son más sensibles que otras a la luz solar.
Buenos hábitos
En cualquier caso, Brash y sus colegas intentan restar dramatismo a su descubrimiento. “En realidad, esto no debería cambiar nuestros hábitos de exposición a los rayos ultravioleta. Yo le digo a la gente que puede disfrutar del sol y que simplemente deberían evitar ir a la playa a determinadas horas, como entre las 10:00 y las 14:00, y usar sombrero”, recomienda.
Además, en su opinión los actuales protectores solares siguen siendo muy útiles. La única diferencia, si llega a desarrollarse una nueva generación de productos a raíz de este estudio, es que “podríamos añadir el hábito de ponernos un protector solar diferente después de salir de la playa”.
Fuente: La Flecha

miércoles, 18 de febrero de 2015

La llama, al ataque del VIH


Un estudio abre una nueva puerta para el diagnóstico y tratamiento del sida: los anticuerpos de los camélidos sudamericanos

Una llama con en Machu Picchu al fondo. El popular camélido sudamericano podría ser un importante aliado para combatir el sida. / ERNESTO BENAVIDES
“Es como si una sola bala disparara al bull [centro de la diana]”, afirma con prudente entusiasmo el doctor Eduardo Gotuzzo, director del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt, adscrito a laUniversidad Peruana Cayetano Heredia. En su oficina, poblada de libros sobre bacterias, virus y otros microorganismos, los ojos se le iluminan suavemente.
El pasado diciembre, la revista médica Plos Pathogens publicó un importante estudio: un equipo de 14 investigadores de varios países, liderados por la doctora. Laura Mc Coy del University College de Londres, comprobó que los anticuerpos de la llama (Lama glama), ese camélido sudamericano multiuso, tenían un efecto inesperado.
Podían neutralizar, nada menos, que al VIH (virus de inmunodeficiencia humana), ese maldito agente patógeno que, según ONUSIDA, en la actualidad vive en, por lo menos, 35 millones de humanos. Y lo hacen precisamente por esa cualidad que Gotuzzo, epidemiólogo de prestigio internacional, explica con una precisión casi quirúrgica. “El antígeno es una parte de cualquier microbio que, cuando se expone al sistema inmunológico, genera anticuerpos y sirve para hacer un diagnóstico”, dice enfático. La prueba de Elisa, añade, es eso: buscar en la sangre de una persona los anticuerpos contra el VIH, al mezclarlo con una enzima. Si los tiene, quiere decir que está infectado y es seropositivo.
Lo que ocurre con el malvado VIH es que, como anota este especialista, “produce anticuerpos que no dañan al virus”. Si la persona no es tratada, el paso siguiente es que puede desarrollar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) y volverse muy vulnerable a otras enfermedades, como la neumonía, una infección común entre los seropositivos no controlados.
Pues bien, la llama, ese animal que aún algunos desprecian en Perú (y otros países) por ser un animal propio de las poblaciones andinas, tiene la mágica cualidad —como descubrió el equipo de la doctora Mc Coy— de producir anticuerpos que sí pueden neutralizar el VIH. Lo hacen porque, a diferencia de los generados por otros seres vivos, estos son de “cadena única”, es decir, menos complejos.
Según Gotuzzo, los anticuerpos tienen dos cadenas de proteínas y funcionan “como si tiraras un cañón, a ver qué pescas”, mientras que los de una sola cadena —los de las llamas y escualos— apuntan mejor, dan en el blanco de la diana. De acuerdo con el texto de Plos Pathogens, tienen una efectividad altísima: logran neutralizar, in vitro, el 96 % de las cepas de VIH con las que son enfrentados.
Es decir, resultan efectivos para atacar a este perverso agente patógeno; le dan en el piso, lo neutralizan. La novedosa exploración, por si fuera poco, podría servir para producir una vacuna eficaz, pues si progresan las investigaciones se podría aplicar a un individuo un antígeno atenuado, o muerto, del VIH, a fin de que provoque su propio ejército de defensa y luche.

Solución soluble

Curiosamente, el dominio variable, es decir, la parte movible de los anticuerpos de las llamas que es como el detector del antígeno que convoca al ejército inmunológico a defenderse, ha sido denominado VHH. Gramaticalmente hablando, la diferencia es solo que una H reemplaza a la I y todo suena esperanzador, pero el asunto es bastante más complejo de lo que se podría suponer.
El comando de Mc Coy señala en el estudio que los ensayos de vacunación hechos hasta ahora en animales y humanos habían arrojado “anticuerpos con solo una capacidad limitada para neutralizar el VIH”. Gotuzzo es aún más específico y sostiene que se han probado 15 vacunas para evitar el desarrollo del sida, pero “ninguna brinda protección”.
Tampoco paralizan el desarrollo de la enfermedad. Lo único que se ha logrado, por el momento, es evitar el debilitamiento del sistema inmunitario mediante los antirretrovirales, que se fabrican en laboratorios farmacéuticos. Con ellos, se logra congelar la enfermedad por un tiempo y el infectado debe tomarlos de manera permanente para mejorar su calidad de vida.
Así, la ruta abierta por este hallazgo en la llama resulta crucial por varias razones. Al ser sus anticuerpos de una sola cadena de proteínas, no sólo apuntan bien, sino que, como señala José Espinoza, investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, “son fácilmente solubles, estables y pueden ser producidos por fermentación en bacterias o levaduras”.
Espinoza lo sabe porque está investigando con los anticuerpos de la alpaca (Vicugna pacos), otro camélido sudamericano, para el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis B, una enfermedad del hígado que incluso puede volverse crónica. Hay avances y, por eso, ve con interés las noticias que trae Plos Pathogens, pues abren nuevas aproximaciones.
“Lo que llama la atención es que estos resultados sean promisorios en una enfermedad de tanto impacto en la salud pública mundial”, sostiene. En sus exploraciones, por añadidura, se había encontrado, como la Dra. Mc Coy, que el VHH se puede reproducir en un laboratorio biotecnológico a partir de una bacteria tan común como elEscherichia coli.

¿La revolución y la salvación?

Pese al largo camino que queda por transitar, no es poca cosa lo que se ha logrado. Lo que hizo el equipo de Mc Coy fue inyectar el VIH en tres llamas, y esperar que estas generaran los poderosos anticuerpos, para llevarlos al laboratorio y enfrentarlos al mismo VIH, in vitro, a ver si podían impedir que las providenciales células T, uno de los puntales de nuestro sistema inmunitario, no fueran inutilizadas.
Lo hicieron. Repelieron la invasión e impidieron que el perverso virus se reprodujera sin control en las células T, que son producidas en la sangre y que también son llamadas CD-4. Ese bloqueo es la clave en esta historia. Los pacientes con sida, a fuerza de sufrimiento, son conscientes de que cuando este puntal de sus defensas se altera comienzan sus problemas.
Al ser inhabilitadas las células T por el VIH, entran sin piedad lasenfermedades oportunistas, como la mencionada neumonía, la tuberculosis o la toxoplasmosis, entre otras. Los anticuerpos de las llamas, en el medio plazo, podrían convertirse en la llave para impedir ese desenlace, para hacer rápidos diagnósticos y hasta para prevenir situaciones dramáticas e imprevisibles.
Gotuzzo pone como ejemplo una situación que es tristemente habitual: la de una mujer violada. Si los estudios progresan, podrían utilizarse los anticuerpos de las llamas como forma de prevención para ese terrible caso, a fin de evitar la contaminación con el VIH. Se le administraría apenas producido el hecho para evitar que este agente patógeno se aloje en su cuerpo.
Otro uso posible, vaticina el experto, sería el tratamiento para los ya infectados. Como estos vitales anticuerpos bloquean la acción del virus podrían mejorar la efectividad de los antirretrovirales y hacer que la persona viva sin su presencia durante varios meses. Pero dado que el VIH se reproduce aproximadamente cada dos días, pasado un tiempo, se debería volver a la carga contra él.
La vacuna también estaría a la vista y, al parecer, esta vez con más serias posibilidades de éxito. Gotuzzo opina que “se abre una puerta para hacer investigación y cooperación internacional”. Y en unos ocho o 10 años, pasadas numerosas pruebas, un nuevo medicamento podría estar asomando. No sólo útil para el sida; sino también para otras enfermedades virales.

Las llamas

A las esperanzas que abre este hallazgo, se agrega el hecho de que, según dice Espinoza, los anticuerpos de llamas podrían "humanizarse" mediante la biotecnología. En otras palabras, añadirles fragmentos proteicos humanos que los hagan soportables para nuestra especie, un asunto que siempre se tiene que enfrentar cuando la ciencia médica atisba una nueva posibilidad.
La llama remite finalmente a un mito inca. Este cuenta que un hijo de Manco Cápac se enamoró de una de sus hermanas menores, pero como el monarca se opuso, condenaron a ambos a muerte. El dios Viracocha, sin embargo, se apiadó de ellos y los convirtió en una pareja de llamas, que andaban deambulando por Los Andes, con una profunda mirada humana en los ojos.
El inca los reconoció y los mandó matar de todas maneras. Desde entonces, los espíritus de los amantes vagan por el cielo y un día volverán, nuevamente como humanos, para forjar un reino de paz entre los hombres. Entretanto, parecen haber vuelto en los genes de este animal andino doméstico, para ayudarnos a combatir un mal que, de cumplirse los mejores pronósticos, ya no sería invencible.
Fuente: El País

jueves, 5 de febrero de 2015

El número de obesos se triplicará en América Latina en 25 años

Un estudio del Banco Mundial calcula que de 60 millones en 2005 se pasará a 191 en 2030

La educación desde la infancia, principal solución para revertir la tendencia


En 2030 puede haber en América Latina 191 millones de obesos. La cifra que proyecta el informe Food Price Watch que acaba de publicar el Banco Mundial supone un incremento del 300% con respecto a 2005, cuando se registraba un total de 60 millones de enfermos en la región. Según el documento, la obesidad afecta también a otras zonas geográficas en desarrollo y la mitad de los obesos del mundo se encuentran en nueve países: China, Estados Unidos, Alemania, India, Rusia, Brasil, México, Indonesia y Turquía.
Entre los factores que explican el incremento en América Latina, el experto en agricultura del Banco Mundial Willen Janssen señala el desplazamiento del campo a las ciudades -hoy un 75% de la población vive en territorio urbano-, con trabajos más sedentarios que en el campo, el uso sistemático de los medios de transporte y el consumo de alimentos más baratos pero de menor calidad nutritiva.
El informe, que establece una relación entre los altos precios de los alimentos con la obesidad, también evidencia que pese a que el precio se mantiene cerca de su máximo histórico, ha seguido una tendencia decreciente durante los últimos seis meses. Sin embargo, señala el documento, el sobrepeso y la obesidad son una epidemia global incluso en un mundo donde los precios de los alimentos son caros y volátiles, porque las calorías menos sanas tienden a ser más baratas que las saludables.
“La tendencia está cambiando”, explica Janssen. “Si miramos a Estados Unidos observamos que la gente con ingresos más altos es más consciente de lo que consume y por tanto busca la calidad. Allí la obesidad se concentra en los estratos sociales más bajos. En América Latina hay muchos países en los que empieza a suceder lo mismo, pero tradicionalmente la obesidad se asociaba a los grupos más ricos y no hay datos que nos indiquen en qué punto estamos”
Para el responsable del Banco Mundial el método para revertir los resultados pasa por la difusión de campañas de concienciación de consumo: “Tenemos que asegurarnos de que la gente aprenda qué debe comer”. Para ello, considera necesario que la información entre en los sistemas educativos. “Luego puede venir la regulación, pero más que centrarnos en la prohibición de determinados productos el reto debería ser el poder ofrecer una alternativa de alimentación nutritiva, de calidad y que sepa bien”, indica el funcionario.
El documento del Banco Mundial señala que hasta ahora las políticas públicas solo han abordado parte del problema. “En el caso concreto deAmérica Latina la obesidad es un fenómeno relativamente reciente. Muy a menudo la atención de los políticos se centra en el problema del otro lado, la falta de alimentos. El perfil de la obesidad está cambiando y con ella la conciencia de las clases políticas al respecto. Hasta ahora solo era una preocupación de los nutricionistas y de grupos reducidos dentro de los departamentos de salud del Gobierno. En este sentido, el Banco Mundial debe hacer un esfuerzo por concienciar a los países”, concluye Janssen.
La obesidad no es un problema exclusivo de América Latina. En 2008, la cifra de adultos con sobrepeso en todo el mundo era de 1.460 millones, de los cuales 508 millones eran obesos .El estudio alerta de que de mantenerse las tendencias actuales en 2030 habrá 2.160 millones de adultos con sobrepeso y 1.120 millones de obesos. Ningún país escapa a estos incrementos.
Fuente: El País

Células madre con memoria: el futuro contra el cáncer

Científicos italianos demuestran la utilidad terapéutica de un nuevo tipo de células inmunitarias

Las “células madre T de memoria” subsisten al menos 12 años en los pacientes


El sueño de destruir el cáncer con células del sistema inmune programadas para atacar a los tumores ha dado un paso de gigante. La gran esperanza se llama “célula madre T de memoria” (TSCM), y es un tipo radicalmente nuevo de glóbulo blanco del sistema inmune que reúne las dos propiedades ideales: por un lado son células madre, y por tanto tienen la capacidad de autorrenovarse de manera indefinida; y por otro tienen memoria inmunológica, por lo que conservan, también indefinidamente, su capacidad para actuar contra un agente infeccioso concreto o un tumor específico. Científicos de Milán han demostrado que pueden subsistir al menos 12 años en el cuerpo de 14 pacientes.
El pequeño ensayo clínico no había sido planeado para este fin –las células TSCM ni siquiera habían sido descubiertas hace 12 años, cuando la prueba comenzó—, sino para probar la seguridad de una técnica de terapia génica contra un tipo de inmunodeficiencia hereditaria (SCID, o enfermedad de los niños burbuja). Pero Luca Biasco, Serena Scala, Alessandro Aiuti y sus colegas del Instituto Científico San Raffaele, en Milán, han encontrado una forma brillante de reciclar el ensayo para obtener unos datos esenciales en la lucha contra el cáncer.
Los resultados se presentan en Science Translational Medicine, la publicación que la revista Science reserva para las investigaciones que tienen una evidente o inmediata aplicación a la práctica clínica. El subíndice del término TSCM significa stem cell memory, o células madre de memoria. La T viene de mucho antes: los linfocitos, o glóbulos blancos de la sangre, son las células encargadas de la respuesta inmune, y se dividen en linfocitos B (que producen los anticuerpos que andan sueltos por la sangre) y linfocitos T, que montan un tipo menos popular pero más importante de defensa: la inmunidad celular, por la que ciertas células especializadas se tragan, literalmente, a los agentes infecciosos y a otras cosas que consideren raras, incluidas en ocasiones las células tumorales.
“Las terapias basadas en células T”, explica a EL PAÍS Luca Biasco, primer autor del trabajo, “representan una de las estrategias terapéuticas más avanzadas y prometedoras para el tratamiento del cáncer; esta tecnología está basada en la modificación genética de las células T para redirigir su actividad contra las células tumorales; un tipo de célula T como las TSCM, que son capaces de mantener su capacidad de autorrenovación y de diferenciación por muchos años, pueden aportar un reservorio de células T capaz de patrullar por el sistema inmune y activarse eficazmente en caso de recidiva del tumor, para mantener una respuesta inmune secundaria eficiente”.
Nadie tenía ni idea sobre la mera existencia de las células TSCM hasta 2011. Pero su descubrimiento, especialmente después de este trabajo, las hacen muy relevantes para diseñar nuevas estrategias útiles para la medicina. “Aportamos evidencias de que la ingeniería genética de células T puede ser segura incluso a largo plazo”, explica Biasco. “Y además demostramos por primera vez de que las células TSCM con los genes corregidos en el laboratorio pueden implantarse activamente en la médula ósea de los seres humanos; esto abre la posibilidad de explotar las células TSCM modificadas genéticamente para las terapias basadas en el sistema inmune”.
Las terapias basadas en células T representan una de las estrategias más avanzadas y prometedoras para el tratamiento del cáncer"
Los pacientes empezaron el ensayo clínico en un estudio pionero de terapia génica contra una inmunodeficiencia congénitadirigido en 1995 por Claudio Bordignon, también en el San Raffaele de Milá. Las células T de estos pacientes fueron extraídas, y su deficiencia fue corregida en el laboratorio infectándolas con un gen correcto introducido dentro del ADN de un virus capaz de integrarse en el genoma de las células humanas (un retrovirus, de la familia del virus del sida).
Estos retrovirus se integran en el genoma humano más o menos al azar, y por tanto cada célula humana que ha recibido el virus tiene una firma molecular característica, formada por los extremos del ADN del virus unidos a su contexto de ADN humano. Este es el marcador que Biasco y sus colegas han aprovechado para identificar y analizar a las células T que siguen circulando por la sangre de los pacientes 12 años después.
¿Oportunismo? Sí, pero de un tipo que promete abrir un nuevo continente para la biomedicina del cáncer.
Fuente: El País

miércoles, 4 de febrero de 2015

Los beneficios ​que genera un abrazo en tu cuerpo


Científicos de la Universidad de Duke (Estados Unidos), aseguran que una persona necesita recibir abrazos y caricias desde sus primeros años de vida.

Los beneficios ​que genera un abrazo en tu cuerpo

Textos: Redacción Multimedia web@grupoepensa.pe |
Si bien para la mayoría, un abrazo sintetiza felicidad, apoyo, integración y una forma de expresar lo que sentimos por nuestros seres queridos, familiares, compañeros de trabajo y amigos. Lo que no sabes es que los abrazos más extensos tienen mayores beneficios e impactan directamente en la salud.
Científicos de la Universidad de Duke (Estados Unidos) señalan que una persona necesita recibir abrazos y caricias desde sus primeros años de vida, para evitar que sus neuronas mueran por la ausencia del contacto físico.
La importancia de este contacto físico aumenta con el tiempo, por ejemplo, un estudio de la Universidad de Carolina del Norte sugiere que cuando otras personas nos tocan o abrazan seincrementan los niveles de oxitocina en la sangre, conocida como la hormona del amor.
Es como una terapia ideal para reducir la depresión, soledad, ansiedad, estrés y sanar tu cuerpo.
Fuente: Correo