Póngase de pie, con los pies apuntando ligeramente hacia fuera y separados a la misma distancia que hay entre los hombros. Simule el movimiento que realizaría al ir a sentarse en una silla pero cuando las caderas estén a la altura de las rodillas, no siga bajando y empiece a subir. Preocúpese en mantener el tronco siempre erguido y en no levantar los talones del suelo. Si siente que no puede mantener la postura sin levantarlos, apoye cada talón sobre una superficie de unos dos centímetros de alto. Si utiliza un libro, asegúrese de que no resbale sobre el suelo. Haga 12 repeticiones y, sin descansar, pase al siguiente ejercicio. Fuente: El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario